jueves, enero 21, 2010

Maya, la mia.

El titulo de esta entrada es de un libro que me ha atrapado (si, yo creo que hay objetos que simplemente te encuentran y son dificiles de apartar de ti... porque es como encontrar una parte tuya en ellos). Resulta un poco "predecible" que diga que su autor es uno de mis escritores favoritos, pero la verdad es que no me gusta tanto porque haya sido el quien permitio que su imaginacion construyera todo un castillo de palabras y experiencias que, de alguna u otra manera, marcan al lector.

Y, me siento nuevamente leida y comprendida por alguien que ni siquiera sabe que este vertebrado lleva grabado un conjunto de letras casi perfectas para describir, de forma simple, a mi persona. Es mi nombre mi tatuaje, la herida nunca cerrada del homo sapiens que alguna vez aguanto frio y deseo ser reconocido por otros como un alguien, y no simplemente como un algo mas del todo. Soy un yo magico, cuando cualquier otro acaricia tiernamente esas 11 letras y le da vida a lo muerto...

Ciertamente, se necesita solo de un segundo para acabar con una vida que ha tardado miles de millones de anios en manifestarse. Pero, y es mi manera de sentirme como el morivivi, creo que en cada momento que escucho la melodia de mis letras... algo en mi nace de nuevo. Soy un fenix, independientemente del lugar donde se encuentren mis cenizas, y levanto mi vuelo con tanta energia que no necesito abrirme paso para avanzar porque mi fuego calienta todo lo que se encuentre con vida.

Estoy volando hacia un rumbo determinado, aunque muy consciente de que en algun momento volvere a ser polvo... o quizas solo aire.

No hay comentarios:

  Caminos que se unen Y Se deshacen   Cuando la incomodidad y la decepción  Toman lo mejor de las partes  El juego de palabras suspendidas e...