Ayer te busque en la vieja casa que solíamos imaginar,
Visite cada rincón de la alcoba que nunca tuvimos,
Hable con nuestros pocos vecinos
Y con el recuerdo que te espera.
Escuche entre mis pensamientos
tu voz, tu risa, tu canto
y hasta el chillido de tu guitarra desafinada.
Recorrí el espacio de tus letras,
De tus buenos deseos,
Y de la historia que no concluimos.
Dibuje sobre mi mano el sonido de dos gotas,
Esas que una tarde viste caer…
Del latir de tu corazón cuando me tenías cerca,
Y de las ultimas palabras que aun no olvido.
Mire, no se si con tristeza o alegría, nuestras últimas fotografías
Y repare en ellas lo infelices que éramos,
Lo lejos que se encontraban nuestras caricias
Y el amor que nos separaba.
Lamente el volver recordarte (nos) por fechas,
instantes que yacen en lo profundo del tiempo,
a traves de los simbolos y aquella noche magica.
Y condene mi memoria al eterno olvido
[de ti].