Asustada y confusa en tu pecho me encontraba,
Cautivada por tu sonrisa,
Y de la casi verdad de tus palabras,
Embriagada con tanta dulzura,
soñándote desnudo entre sabanas blancas.
Me encontraste sola e indefensa,
Mientras caminabas moribundo, entre lirios y ranas
Cansados de ser perfectos,
buscando algo que ya no quedaba.
Construyéndonos en cada recuerdo,
Y yo, idolatrando tus torpes hazañas.
Ana Patricia Cruz
25/11/09
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